jueves, 30 de agosto de 2012

Horacio Tiseira: “Esto no se puede superar porque es algo que no se termina de comprender”



Foto: Horacio junto a su hermano Leopoldo, en la puerta del TOF N° 1 de San Martín, a poco de haber dado testimonio en la causa.
 
Horacio Tiseira tenía un año cuando el grupo de tareas irrumpíó en su casa y se llevó a su padre y al resto de los compañeros que se hallaban en ese momento en la vivienda. Un año y medio menor que Leopoldo, Horacio dio crédito al relato de su hermano, de su madre y de su tío -que declararon antes que él- y compartió con el auditorio algunas reflexiones y vivencias acerca de los efectos que generó la desaparición de su padre.
“Fue muy difícil. En lo personal, me costó cuando fui padre, y me tocó ser padre muy joven, y si bien no existe un manual para ser padre, en ese momento sentía que había cosas que no entendía, muchas preguntas que le hubiera hecho a mi papá y que no le pude hacer… Y había más cosas que no entendía, por ejemplo, por qué mi mamá cocinaba pollo al horno para nosotros y además para una persona que estaba en la calle durmiendo. Después me di cuenta que hacía esto por la necesidad de que algún día aparezca mi papá, de que él sea una de estas personas de la calle, me di cuenta de la esperanza que tenía de volver a verlo”.
“En otro momento, cuando mi hijo tenía 16 años, mi mamá lo llevó a un lugar y le dijo: ´Acá, en este cajón, tengo todos los cuadernos de la escuela de tu papá (por mí), yo los tenía guardados por si un día tu abuelo aparecía”.
Horacio concluyó formulándose dos preguntas en voz alta que le han venido resonando a lo largo de estos años: “¿Se puede ser fuerte ante esta situación? Sí, se puede, para seguir luchando. ¿Pero se puede superar? No, no se puede, porque es algo que no se termina de comprender”.

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