jueves, 30 de agosto de 2012

Gastón Mena: “Me entregaron los restos de mi papá en 2010, yo no quería saber mucho dónde estuvo ni nada, yo lo que quería era tenerlo conmigo”


Foto: Gastón Mena, a la salida del TOF N° 1 de San Martín, con la foto de sus padres Marta y Francisco.

El testimonio más duro de la audiencia de hoy en este juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo fue el de Gastón Mena, hijo de Marta Álvarez y Francisco Mena. Gastón, quien busca a un hermano nacido durante el cautiverio de su mamá, conmovió al público con el relato de su historia de vida, cuyo recuerdo arranca a partir de los seis años, en José C. Paz, bajo la tutela de su tía Lidia Esther Mena y su pareja, Oscar Álvarez. Hasta los once años, Gastón pensaba que ellos eran sus padres, pero las diferencias y los maltratos lo hacían dudar.
“En un campeonato Evita en el que participé, una persona mayor se me acercó y me dijo: ´Si tu papá estuviera vivo, estaría orgulloso de vos´. Después de esto Lidia y Oscar me tuvieron que contar que ellos eran mis tíos y que los que yo creía mis hermanos eran mis primos, y ahí me cayó toda la angustia encima. No me dijeron más nada, ´lo único que te voy a decir es que tus papás son desaparecidos´, me dijo Lidia”.
“Llegó el Mundial 86, Argentina dejó afuera a Inglaterra, todo el pueblo salió a festejar y yo llegué tarde y cuando llegué recibí una paliza de Oscar y me fui de esa casa. De los once a los diecisiete años viví en la calle. Tuve la suerte de que una persona me dio amor y contención, me puso una maestra particular para terminar el colegio, y cuando yo tenía dieciocho años me preguntó por mí y le dije que era hijo de desaparecidos. Entonces ella me cuenta de la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo, y empezamos a ir a la Secretaría de Derechos Humanos, había gente que sabía de mí y que yo no sabía de ellos, y empecé a armar el rompecabezas. En ese momento recibí una foto de mis padres con un bebé y ahí ví los rostros de mis viejos por primera vez, y el bebé era yo”.
“Me encontré después con mi abuelo materno y el me contó que mis padres habían sido secuestrados en Avenida San Martín y General Paz y que mi mamá estaba embarazada, y yo le preguntaba ‘¿cómo sabés vos?´, y él me contestaba ´es esto lo que te puedo decir´. Al tiempo conocí una tía, Celeste, que el marido era desaparecido, y ella me contó que mis padres fueron secuestrados de la casa de mi abuelo y que a mí me habían escondido atrás de un ropero y que mi mamá estaba embarazada. También tuve la oportunidad, más tarde, de estar en Entre Ríos con una hermana de mi abuela, ya fallecida, y ella me dijo que mis padres habían sido llevados de Ruta 197 y Panamericana… Había distintas versiones, no me cerraba, yo me quedé yo con la de General Paz y San Martín, pero recién el jueves pasado me enteré que fueron secuestrados de una casa con otros compañeros, supongo que esta es una nueva etapa del armado del rompecabezas…”.
“Me entregaron los restos de mi papá en 2010, sé que estaban en el Cementerio de Avellaneda, pero yo no quería saber mucho dónde estuvo ni nada, yo lo que quería era tenerlo conmigo”. “Que se haga justicia”, fue el deseo que expresó Gastón al concluir su testimonio.
La audiencia continuó con el testimonio de Patricia Bernardi, miembro fundadora del EAAF, y de una vecina de la casa en la que se realizó el operativo. Después de un cuarto intermedio establecido por los jueces, la ronda de testimonios siguió con las declaraciones de la Abuela Rosa Báez -madre de la embarazada María Eva Duarte- y de Walter Duarte, el hijo de Rosa.

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